Los abscesos periodontales son uno de los problemas bucodentales que pueden llegar a complicarse más si no se tratan de forma adecuada, ya que se caracterizan por la acumulación de pus en las encías y que pueden llevar a la pérdida de dientes si no se trata a tiempo. Son muchos los pacientes que, a lo largo de los años, han llegado a la clínica con un absceso sin tratar, por lo que vamos a hacer un repaso completo al problema para que puedas entender sus síntomas y cómo prevenir su aparición.
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¿Qué son los abscesos periodontales?
Un absceso periodontal aparece cuando una infección bacteriana en las encías profundiza y se expande, creando bolsas de pus que pueden causar dolor intenso y otros síntomas serios. A diferencia de los abscesos que se forman en la raíz del diente, los abscesos periodontales afectan a los tejidos y, a menudo, al hueso alrededor de los dientes.
¿Cuáles son las causas detrás de la aparición de los abscesos periodontales?
Por suerte o por desgracia, los abscesos periodontales no surgen de la noche a la mañana. Son el resultado de una serie de problemas en la boca y hábitos diarios que afectan a nuestra salud bucodental. La enfermedad periodontal es la causa subyacente más común, pero hay varios factores que contribuyen a la formación de abscesos:
Enfermedades periodontales
La enfermedad periodontal, o periodontitis, se desarrolla cuando la gingivitis – la inflamación de las encías – no se trata a tiempo o se trata de manera incorrecta – algo que ocurre mucho más habitualmente de lo que nos gustaría -. La placa dental se acumula en los dientes y se endurece en forma de sarro si no se elimina con limpiezas cada cierto tiempo y, así, poco a poco, el sarro bajo la línea de las encías crea bolsas que separan las encías de los dientes, facilitando que las bacterias se acumulen en la zona y produzcan infección, lo que puede llevar al desarrollo de un absceso.
Problemas de limpieza
Si mantienes una higiene bucal inadecuada estás contribuyendo a la acumulación de placa y al desarrollo de enfermedades periodontales como acabamos de explicar hace solo unas líneas. El no cepillarse los dientes al menos dos veces al día, no usar el hilo dental y no acudir al dentista para hacerte una limpieza dental periódica son hábitos que permiten que la placa y el sarro se acumulen, facilitando la aparición de abscesos.
Traumatismos
Los golpes directos en la boca, las lesiones deportivas o incluso el morder alimentos extremadamente duros pueden provocarte daños graves en las encías. Estos traumatismos pueden facilitar que las bacterias entren en las capas más profundas del tejido gingival o abrir las vías de infección que ya están presentes en la boca.
Tabaco
Como ya comentamos en el artículo sobre los problemas del tabaco en los dientes, fumar es extremadamente perjudicial para las encías. El tabaco interfiere con la función de las células de las encías, impide la circulación sanguínea normal y reduce la capacidad de las encías para repararse a sí mismas, lo que no solo incrementa el riesgo de enfermedad periodontal sino también el de abscesos periodontales. Si tienes que quedarte con algún consejo después de leer todo este artículo, que sea el de que intentes no fumar.
¿Es sencillo detectar los síntomas de un absceso periodontal?
Aunque pueda parecer complicado, lo cierto es que si estás atento puedes detectar los síntomas de aparición de un absceso periodontal, ya que destaca el dolor agudo que se extiende hacia la mandíbula o el cuello, la sensibilidad extrema en las encías y el enrojecimiento. Si además tienes fiebre, un sabor desagradable en la boca y dificultad para masticar o abrir la boca, es muy posible que tengas un absceso más avanzado de lo que crees.
¿Cuál es el mejor tratamiento para los abscesos periodontales?
Lo primero y más urgente en el tratamiento de un absceso periodontal es drenar el pus para aliviar el dolor y reducir la infección. Esto generalmente se realiza bajo anestesia local para minimizar el dolor durante el procedimiento. El dentista o periodoncista hará una pequeña incisión en el absceso para permitir que el pus drene, y luego limpiará el área con una solución salina para asegurarse de que todos los desechos sean eliminados.
Limpiar la zona afectada: Una vez drenado el absceso, el siguiente paso es limpiar a fondo la zona afectada para evitar que la infección regrese. Esto implica un procedimiento conocido como raspado y alisado radicular, donde el dentista eliminará la placa y el sarro de debajo de la línea de las encías. Este proceso también ayuda a alisar las raíces de los dientes para facilitar la re-adherencia de las encías a los dientes y reducir la posibilidad de futuras acumulaciones de bacterias.
Antibióticos: Si la infección parece grave o hay riesgo de que se extienda, es recomendable tomar antibióticos unos días para eliminarla por completo. Estos ayudan a combatir la infección restante y evitan que se extienda.
Cirugía periodontal: Si el problema ha provocado la formación de bolsas periodontales profundas o pérdida de tejido que no se puede tratar mediante una limpieza, es posible que sea necesaria la cirugía periodontal. Este tipo de cirugía puede variar desde procedimientos de flap, donde se levantan las encías para limpiar las profundidades de las bolsas periodontales, hasta injertos de tejido para reconstruir áreas donde se ha perdido tejido.
Mantenimiento: Después del tratamiento inicial, es importante llevar un seguimiento para garantizar que la infección no regrese y que las encías se estén curando bien.
¿Puedo evitar que vuelvan a aparecer?
La prevención es siempre preferible al tratamiento. Mantener una buena higiene bucal y visitar al dentista todos los años permiten detectar y tratar problemas antes de que sean realmente graves. Además, adoptar un estilo de vida saludable, reducir el consumo de azúcar y dejar de fumar son pasos importantes para mantener tus encías sanas.
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