El desgaste de los dientes es la pérdida de la superficie de una pieza dental. Actualmente es un problema que afecta más a los hombres que a las mujeres y, normalmente, se produce por efecto de la edad. Sin embargo, en ocasiones se comienza a experimentar esta erosión de forma prematura.
En este artículo vamos a explicar algunos consejos muy útiles para prevenir el desgaste, y también distintos tratamientos y soluciones en el caso de que las piezas ya estén muy deterioradas.
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Causas del desgaste dental
El principal motivo por el que se desgastan los dientes es la edad. De hecho, en la actualidad se percibe mucho más desgaste que hace algunas décadas debido a que son más las personas que llegan a la vejez con su dentadura natural.
Sin embargo, hay otras causas que contribuyen al deterioro dental:
- Atrición. Este término hace referencia a la masticación o el rechinamiento, a veces excesivo, de los dientes. En ocasiones, se da el llamado bruxismo – del que hemos hablado varias veces en el blog –, que consiste en chocar fuertemente los dientes de arriba contra los de abajo. Como consecuencia, se desgastan y quien lo padece experimenta dolor de cabeza, cuello y mandíbula.
- Abrasión. Se produce por un mal uso de la dentadura (por ejemplo, cuando se abren los tapones de una botella u otros objetos con los dientes), así como por una técnica de cepillado incorrecta.
- Erosión. Esta se desencadena por beber en exceso bebidas carbonatadas o con un alto nivel de acidez. Estas sustancias debilitan el esmalte dental, por lo que hemos de evitar cepillarnos los dientes después de haber ingerido alguna de estas bebidas.
Consejos para prevenir el desgaste de la dentadura
En primer lugar, es indispensable educar a los niños en una buena higiene bucal cuando los dientes aún están sanos. Otros consejos para prevenir el desgaste son:
- Cepillado correcto. Hay que cepillar los dientes después de cada comida, en especial por las noches, usar hilo dental correctamente y renovar el cepillo de dientes cada tres meses. Además, es importante saber que un buen cepillado dura en torno a dos o tres minutos y se realiza mediante movimientos circulares.
- Una limpieza profesional. Aunque depende del tipo de dientes, de si se fuma, de la higiene bucal y de la calidad de la saliva, como regla general se recomienda una limpieza profesional una vez al año.
- Revisión con el dentista. La visita al profesional odontológico es imprescindible cada seis o doce meses con el fin de prevenir el desgaste de las piezas dentales.
- Reducción de la ingesta de bebidas azucaradas. Debido a que el azúcar es alimento para las bacterias, es aconsejable disminuir el consumo de estas bebidas y de dulces para evitar la aparición de caries. También debemos restringir la ingesta de bebidas ácidas, ya que deterioran el esmalte.
- Férula de descarga. En el caso del bruxismo, resulta imprescindible. Es una placa de plástico transparente hecha a medida del paciente que ayuda a relajar los músculos y la mandíbula.
Tratamientos para el desgaste dental
Si la prevención no ha surtido efecto, existen tratamientos para reconstruir los dientes. Los más destacados son:
- Carillas. Son un tipo de funda dental especialmente diseñada para los dientes de la parte delantera. Solo cubren una parte de la pieza y se colocan cuando el desgaste ya es muy grande y una reconstrucción no surtiría efecto.
- Coronas. Estas fundas cubren todo el diente. Se emplean, sobre todo, en los molares y premolares y son de zirconio, de porcelana y de resina.
- Ortodoncia. Se usa cuando hay una mala colocación de las piezas dentales.
En definitiva, el desgaste de los dientes es algo muy común que puede prevenirse o tratarse con una amplia variedad de técnicas.
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