Dormir con la boca abierta afecta a la salud bucodental, según evidencia un estudio de la Universidad de Otago, en Nueva Zelanda. Aunque este dato quizá sorprenda a muchos, lo cierto es que la sequedad bucal que muchas personas experimentan al levantarse es una señal a la que deberíamos prestar más atención.
Todos sabemos que la calidad del sueño es fundamental para nuestro bienestar. Sin embargo, un descanso reparador no depende únicamente del número de horas de sueño, sino también del modo en que dormimos. No nos referimos solo a esos casos en los que una postura inadecuada produce dolor de espalda. Hablamos de la boca. Algo tan aparentemente inocuo como dormir con la boca abierta durante la noche, repercute directamente en nuestros dientes, además de ser el detonante de roncar al dormir de manera habitual. Desde Clínica Dental Parque queremos explicamos todo lo que hay detrás de este problema.
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Dormir con la boca abierta perjudica a dientes y encías
Respirar con la boca abierta al dormir es un gesto involuntario cuyos efectos se manifiestan cuando nos despertamos con sensación de sequedad en la boca. Por lo general, no se le da ninguna importancia a esta ligera molestia. Basta un vaso de agua para solucionarla. Sin embargo, el problema sigue ahí y, noche tras noche, la dentadura sufre la erosión causada por agentes externos.
Hay que tener en cuenta que el aire que penetra en la cavidad oral durante el sueño reseca las mucosas y dificulta el correcto funcionamiento de las glándulas salivales. La saliva desempeña un papel clave para el correcto mantenimiento de nuestros dientes y organismo:
- Lubrifica los dientes y las encías.
- Regula el pH de la boca, es decir, neutraliza el efecto de los ácidos producidos al ingerir alimentos.
- Contiene enzimas con propiedades antibacterianas y antifúngicas.
- Contribuye a la mineralización y al fortalecimiento del esmalte dental gracias a su contenido en fosfatos, potasio, cloruro, sodio y bicarbonato.
Estas cuatro funciones se concretan en una evidencia médica: la saliva es el mejor aliado natural contra la caries. Su ausencia, por tanto, implica que el nivel de acidez de la cavidad bucal aumenta y los dientes están más expuestos a la acción de patógenos.
Los investigadores de la Universidad de Otago verificaron en su estudio un dato muy revelador: el pH de la saliva de las personas que duermen con la boca abierta se reduce hasta 3.6. ¿Qué quiere decir esto? El pH o potencial de hidrógeno mide el grado de acidez o de alcalinidad de un cuerpo. En la escala del 0 al 14, el 0 representa a los ácidos fuertes; el 14, a los alcalinos fuertes. El llamado pH neutro es el punto de equilibrio entre ambos. En el caso de la cavidad bucal, su pH neutro oscila entre 6.8 y 7.4. Si durante la noche el pH disminuye hasta 3.6, significa que la salud de nuestra boca puede correr peligro. Para entender mejor el alcance de este dato, es importante saber que el esmalte dental comienza a desmineralizarse cuando el pH de la boca baja de 5,5.
Problemas de dormir con la boca abierta
Como odontólogos en Albacete, somos conscientes de que son muchos los problemas asociados al hecho de dormir con la boca abierta toda la noche. No sólo hay que preocuparse por el desequilibrio del pH de la boca, si no que hay otra serie de problemas que debemos tener en cuenta:
- Roncar al dormir está directamente asociado a este problema. Los ronquidos se producen por la obstrucción parcial de las vías respiratorias, lo que nos lleva a respirar por la boca y, con el paso de las horas, a que se reseque la garganta y empecemos a roncar.
- Problemas de apnea. Algunas personas pueden pasar de roncar a un problema relacionado con la apnea del sueño. En estos casos, los músculos de la garganta se relajan en exceso bloqueando la entrada de aire en el organismo y obligando al cerebro a despertarse constantemente para coger aire.
- Mal aliento. La halitosis o mal aliento se produce, en otras cosas, por la sequedad bucal que se produce durante las horas en las que tenemos la boca abierta. En condiciones normales, la saliva se encarga de neutralizar los ácidos bucales, pero, si la saliva se seca, los ácidos empeorarán nuestro aliento.
- Dolor de garganta. Dormir con la boca abierta provoca dolor de garganta en la mayoría de los casos. Esto ocurre especialmente durante la época de frío en la que la garganta se irrita con más facilidad.
- Bruxismo. Dormir con la boca abierta puede provocar más complicaciones si ya sufrimos de bruxismo.
¿Cómo dormir con la boca cerrada?
Dormir con la boca cerrada sería lo ideal. Obviamente, esto no es algo fácil de controlar y, en muchos casos, nunca lograremos evitar respirar con la boca abierta al dormir. Sin embargo, sí que podemos tomar algunas medidas que favorezcan la lubricación de la cavidad oral durante la noche para reducir las molestias y problemas.
- Utilizar un humidificador en el dormitorio contribuye a mantener la garganta y las mucosas hidratadas.
- Hacer ejercicios de respiración consciente durante el día puede ser muy beneficioso y ayudarnos a respirar menos por la boca mientras dormimos.
- Conviene tener siempre a mano un vaso de agua para beber cuando notemos la garganta reseca.
- Dormir de lado con una almohada no demasiado alta ayuda a mantener la boca cerrada.
- Evita dormir boca arriba. Esta postura complica la entrada de aire en las vías respiratorias y provocará que abramos la boca con más frecuencia.
- Duerme con la ventana abierta. Este consejo sólo puede aplicarse en zonas en las que haga buen tiempo, pero si tienes esa suerte, no dudes en dejar la ventana abierta para mejorar la circulación del oxígeno en la habitación.
- Evita las alfombras. Sí, sabemos que suena extraño, pero las alfombras almacenan polvo y otras partículas que pueden entorpecer nuestra respiración mientras dormimos.
- No fumes. Fumar mancha los dientes pero, además, perjudica seriamente el estado de las vías respiratorias y, por tanto, empeorará nuestra respiración al dormir.
Es un hecho: dormir con la boca abierta favorece la aparición de caries. Lo cierto es que la salud dental depende a menudo de factores en los que ni siquiera solemos reparar. Por este motivo es tan importante estar siempre bien informado y consultar al dentista cualquier duda.
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